Content curators 133. Hola Bluesky
Content Curators es una newsletter de metacuración. Una mirada semanal a temas de Información y Comunicación Digital poniendo en valor el trabajo de l@s curador@s que me los han traído.
Hola, te doy la bienvenida a Content Curators #133.
Como es habitual, empiezo con el tema con más clics de la pasada edición Content curators #132, que ha sido Curación de contenidos en LinkedIn, entrevista a Ana Muñoz. Si te lo perdiste entonces, tienes ahora otra oportunidad.
Esta semana y sin que sirva de precedente, tenemos un único tema (primera vez que sucede en esta newsletter), que es, como no, Bluesky. Para seguir con lo que es la estructura habitual aquí, lo presento dividido en cuatro apartados:
Aterrizando
Momento Bluesky
Tips y funciones
Bluesky versus Twitter versus X
¡Vamos allá!
Palabras clave Content curators #132: Bluesky, X, Twitter, redes sociales, plataformas sociales, plataformas digitales, Elon Musk, Universitat de Barcelona, FIMA, Jay Brener, Rose Wang, tendencias, vida digital, desinformación, moderación, algoritmos.
“La Frase”
“Nuestras reglas son: ni odio, ni intolerancia, ni desinformación”
Rose Wang en La Vanguardia
1. Aterrizando
Miércoles 20 de noviembre de 2024
Hoy ha sido el día de aterrizar en Bluesky para mi, y para muchos de los que trabajamos en la Universidad de Barcelona. Aunque el debate y el run run venía de hace días, el Rectorado de la UB ha anunciado que hoy dejan de publicar todas las cuentas que dependen de la UB en X (ojo: no se cierran, se deja de publicar y de interactuar) y se abren perfiles en Bluesky (la medida no afecta a los perfiles personales, y en mi caso yo sigo publicando en X).
No me extenderé ahora en los motivos, porque de ello ya hablé aquí la semana pasada (básicamente la deriva de X hacia la desinformación bajo la responsabilidad de Elon Musk). Lo puedes ver en el comunicado oficial de la UB: La Universidad de Barcelona deja de publicar en X.
Me toca de lleno, porque además de ser profesor de la Facultad de Información y Medios Audiovisuales (FIMA) de la UB, coordino la presencia de la Facultad en las redes sociales, y entre ellas, en X, que es justamente donde tenemos (teníamos) más seguidores.
Así que para la UB, X ya es historia, y así quedan para la historia el último tweet de la UB y el último tweet de la FIMA.
Paralelamente, entramos en modo aterrizaje a toda máquina en Bluesky en la UB y en todas sus cuentas relacionadas (facultades, centros de investigación y organismos diversos). Por mi parte, abro ya el perfil de la FIMA en Bluesky y poco después, mi perfil personal. Toca seguir cuentas diversas y empezar a publicar y a interactuar.
También para (mi) historia, queda así mi primera publicación en Bluesky.
2. Momento Bluesky
Viernes 22 de noviembre
Estamos sin duda ante el “momento Bluesky”.
Se calcula que hace solo un mes la plataforma tenía 12 millones de usuarios y que ahora mismo son más de 21 millones. En EEUU, el pasado 6 de noviembre, un día después de la victoria en las elecciones de Trump, las descargas de la app se dispararon. Esta semana tiene un crecimiento de alrededor de un millón de nuevos usuarios al día, según cuenta en un hilo su CEO, Jay Brener, quien viene a representar en estos momentos la versión opuesta (en todo) al jefe de X.
Un millón de usuarios nuevos en un día no es poca cosa. Suponiendo que buena parte de ellos provienen de X, esto implica una migración digital de una gran magnitud. Veremos esto como sigue.
En ese mismo hilo, Jay comparte algunas anécdotas y curiosidades de la historia y la evolución de la plataforma. Todo ha ido bastante rápido, pues hace menos de un año (en diciembre de 2023) todavía no tenían logo y la plataforma no se abrió al público hasta febrero de este 2024.
Este artículo del New York Times explica cómo el boom reciente les ha pillado hasta cierto punto por sorpresa y los sólo 20 empleados a tiempo completo que tiene ahora mismo la compañía están desbordados por el rápido crecimiento, supervisando y corrigiendo fallos y paradas y añadiendo funcionalidades y herramientas.
Es muy interesante esta entrevista en la Vanguardia a Rose Wang, directora de operaciones de Bluesky, que nos deja un titular espectacular:
Nuestras reglas son: ni odio, ni intolerancia, ni desinformación
En este párrafo detalla su enfoque y prioridades:
En otras plataformas estamos acostumbrados a estar atrapados en un algoritmo que es controlado por un pequeño grupo de personas. Y ese algoritmo elegirá promover a ciertos usuarios sobre otros. Aquí la gente puede interactuar realmente con personas con intereses similares. Y ese tipo de experiencia acogedora es, creo, por lo que la gente se queda en Bluesky. Vamos a centrarnos en el usuario cotidiano. No estamos construyendo para los influencers ni las marcas.
Realmente, si lo que Rose asegura en la entrevista, lo implementan y lo consolidan, estaremos ante una red social ciertamente distinta en el panorama social media actual. Solo me queda que aplaudir.
3. Tips y funciones
Viernes 22 de noviembre
Tras dos días en Bluesky, mi sensación es que parece un clon de Twitter, más que Threads (la alternativa a X que diseñaron en Meta).
La red social se caracteriza pues por lo que antes se llamaba “microblogging”, esto es, mensajes cortos, que la comunidad todavía no sabe bien cómo llamar (‘Maripostear’ o ‘bluitear’ se preguntan en El País) aunque oficialmente se propone “post”, que pueden tener enlaces a contenidos (¡mucha curación!, me encanta), y que se pueden reunir formando hilos.
Hay también diversas funcionalidades clásicas de Twitter como las listas, que todavía no he tenido tiempo de estrenar, pero haré en breve, junto a algunas otras propias de Bluesky. Entre ellas, destaco algunas:
Starter packs, una función nueva, que recuerda algo a las listas, pero diferente (en el link anterior se explica);
Custom feeds, para personalizar tu navegación por la plataforma;
Opciones y filtros de moderación, que en X no existen;
Deck.Blue, aplicación para monitorizar Bluesky, el relevo de la añorada Tweetdeck para Twitter, que puede ser muy práctica para trabajar de manera profesional con Bluesky.
Tienes más tips y recomendaciones de uso en estas entradas de los blogs de Buffer y de Julián Marquina y por supuesto en las FAQ de la plataforma.
4. Bluesky versus Twitter versus X
Sábado 23 de noviembre
Tras tres días en Bluesky, la comparación con Twitter y con X está continuamente presente y la conclusión provisional de esta comparativa a día de hoy sería algo así:
Bluesky se parece mucho al Twitter original, o por ser más precisos, al Twitter de su mejor momento, el de hace entre 10 y 15 años, una época que retrató Delia Rodríguez en Twitterrevolución, artículo escrito en El País en 2011 y que ahora ha vuelto a rescatar, apostillando:
Es fuerte ver cómo se ha perdido toda esa ilusión y cómo se intenta recuperar algo de ella por aquí
Y en la misma medida que se parece a aquel Twitter de 2011, Bluesky se diferencia del X actual de Elon Musk. ¿En qué, dirás, si las funcionalidades son parecidas? Pues para mi básicamente en la experiencia de usuario.
Especialmente, en que los contenidos que vemos son de aquellos perfiles a quienes seguimos y no los contenidos que decide el algoritmo, que tantas veces nos envía contenido irrelevante, cuando no contenido basura, o peor, directamente bulos. En que se nota que hay moderación y en que el tono de la conversación es amable.
Enric Juliana define bien el ambiente actual en la plataforma:
Llevo sólo unos días aquí y mis impresiones son buenas. Se palpa un cierto ambiente de 'volver a empezar', sin la neurosis de un tipo educado en Sudáfrica que sueña con ser el amo del mundo. Se abre ahora un periodo de transmigración de las almas y de las cuentas. Será complejo e interesante
Kevin Roose va más allá y dice en Bluesky, Smiling at Me en The New York Times:
Bluesky tiene un toque de la antigua magia de Twitter, pero la sensación de libertad que ofrece podría ser incluso mejor
Y aunque siempre esté ahí presente el peligro a “la mierdificación de las redes sociales” (la teoría de Cory Doctorow que avisa del deterioro inevitable con el tiempo de todas las plataformas sociales), como recuerda Jonathan Martínez en La burbuja de Bluesky, de momento Bluesky es un espacio nuevo que promete mucho.
Con esta última idea me quedo. Hoy por hoy, me gusta el cielo azul.
Final
Muchas gracias por llegar hasta aquí. Si te ha gustado Content curators, compártela porfa en tus redes sociales, y/o dale un like o una recomendación. También puedes preguntarme lo que quieras.
Hasta el próximo domingo, feliz final de semana.
Interesante artículo que refleja el absurdo debate de irse o quedarse.
Y digo absurdo porque sus protagonistas asumen que "tienen derecho" a una red en las condiciones que quieren. Y no es así. Las redes sociales -todas- sirven para lo que sirven: para conectar con gente distante en el espacio (familia allende los mares), para recibir información al instante de lo que ocurre y para que ésta no tenga que superar ningún filtro, más que el mío propio. Ah, se me olvidaba: y para que el dueño, que realiza una inversión enorme, pueda ganar dinero. Si no lo gana, la cierra y todos perdemos.
Pero así es el mundo de internet: muchos se van y están contentos. Pues mira qué bien. Yo también estoy contento. De hecho, he abierto mi perfil en el cielo azul. Pero estoy seguro de que quien no se tome las redes sociales como me las tomo yo, pronto verá algunas nubecillas.
En cualquier caso, gracias por la curación. Un saludo
Muy interesante, Javier. Gracias por tu siempre interesante reportes.
Pero...
Siempre he tenido mucho miedo de cualquier plataforma que se proponga moderar y mantener fuera la desinformación porque, en mi experiencia, quienes hacen esto suelen actuar como censores. No permiten que el público forme sus propias ideas, justificándose en que ellos saben cuál es la verdad y cuál no.
Para mí, la plataforma ideal debe ser gestionada por sus propios usuarios a través de reglas y grupos que puedan autorregularse. No estoy dispuesto a delegar en personas o entidades, ya sea de derecha o de izquierda, la capacidad de decidir qué puedo o no puedo ver.
En cuanto a Bluesky, tu análisis es correcto y objetivo, y ciertamente hay señales prometedoras. Espero con interés ver cómo se desarrolla la plataforma y cómo gestionará el poder que se ha otorgado a sí misma para enfrentar la desinformación.